
En este blog veremos diferentes personajes e historias de la mitología vasca.
viernes, 2 de marzo de 2012
Gaueko

Tartalo.
Genio maligno de un solo ojo, que es antropófago. Secuestra a los jóvenes que se ponen a su alcance y los devora.
jueves, 1 de marzo de 2012
Basajaun.
Señor salvaje que habita en lo más profundo de los bosques. Tiene la forma de un hombre alto cubierto de pelo y una larga cabellera que le cae por delante hasta las rodillas cubriendo su cara, pecho y vientre. Proteje los rebaños gritando desde las montañas cuando se acercan tempestades, para que los pastores retiren su ganado. Evita que el lobo se acerque. Cuando Basajaun está cerca, las ovejas agitan sus cencerros indicando al pastor que puede echarse a dormir tranquilo, pues el lobo no se atreverá a desafiar a Basajaun.
jueves, 23 de febrero de 2012
Lamias.
Las lamias. Se trata de un númen acuático de figura de mujer, pero con los pies como patas de gallina, pato o cabra según la versión de diferentes lugares. Se distinguen de las mujeres por su color, que es cobrizo. Se habla de ellas como seres imaginarios, aunque usando una frase tradicional: "Izena duan guztia omen da" = "lo que tiene nombre existe". Esta sentencia, y su idea cristiana opuesta dieron lugar a otra frase que alude a todos los seres míticos: "direnik ez da sinistu bear, ez direla ez da esan bear" = "No se debe creer que existen, no hay que decir que no existen". Las lamias habitan cavernas donde poseen tesoros, y también viven en los remansos de los arroyos, manantiales y estanques. Se dedican a hilar con rueca, y a construir dólmenes y otras edificaciones. Las leyendas hablan de lamias que se enamoran de muchachos, a los que a veces secuestran.
viernes, 10 de febrero de 2012
Eguzkilore.
«Hace miles y miles de años, cuando los hombres empezaban a poblar la tierra, no existían ni el sol ni la luna y los hombres vivían en constante oscuridad, asustados por los numerosos genios que salían de las entrañas de la tierra en forma de toros de fuego, caballos voladores enormes dragones...
Los hombres, desesperados, decidieron pedir ayuda a la Tierra.
-Amalur (madre Tierra)-le rogaron-te pedimos que nos protejas de los peligros que nos acechan constantemente...
La tierra estaba muy atareada y no hizo caso a los hombres, pero estos tanto y tanto insistieron que al final les atendió:
-Hijos míos, me pedís que os ayude y eso voy a hacer. Crearé un ser luminoso al que llamaréis Luna.
Y la Tierra creó la Luna.
Al comienzo, los hombres se asustaron mucho y permanecieron en sus cuevas sin atreverse a salir, pero, poco a poco, fueron acostumbrándose.Al igual que los hombres, los genios y las brujas también se habían atemorizado al ver aquel objeto luminoso en el cielo pero también se acostumbraron y no tardaron en salir de sus simas y acosar de nuevo a los humanos.
Acudieron una vez más los hombres a la Tierra.
-Amalur -le dijeron- te estamos muy agradecidos porque nos has regalado a la madre Luna pero aún necesitamos algo más poderoso puesto que los genios no dejan de perseguirnos.
-De acuerdo, crearé un ser todavía más luminoso al que llamaréis Sol. El Sol será el dia y la Luna, la noche.
Y la Tierra creó al Sol.
Era tan grande, luminoso y caliente que los hombres tuvieron que ir acostumbrándose poco a poco pero su gozo fue muy grande porque, gracias al calor y a la luz del Sol, crecieron las plantas de vivos colores y los árboles frutales. Y, lo que es aún más importante, los genios y las brujas no pudieron acostumbrarse a la gran claridad del día y desde entonces sólo pudieron salir de noche.Otra vez fueron los hombres a ver a la Tierra.
-Amalur -le dijeron- te estamos muy agradecidos porque nos has regalado la madre Luna y la madre Sol pero necesitamos aún algo más porque aunque durante el día no tenemos problemas, al llegar la noche los genios salen de sus simas y nos acosan.
Nuevamente, la Tierra les dijo:
-Está bien. Voy a ayudaros una vez más. Crearé para vosotros una flor tan hermosa que, al verla, los seres de la noche creerán que es el propio Sol.
Y la Tierra creó la flor Eguzkilore (Flor del Sol) que hasta nuestros días defiende nuestras casas de los malos espíritus, brujos, lamias, genios de la enfermedad, la tempestad y el rayo.»
Los hombres, desesperados, decidieron pedir ayuda a la Tierra.
-Amalur (madre Tierra)-le rogaron-te pedimos que nos protejas de los peligros que nos acechan constantemente...
La tierra estaba muy atareada y no hizo caso a los hombres, pero estos tanto y tanto insistieron que al final les atendió:
-Hijos míos, me pedís que os ayude y eso voy a hacer. Crearé un ser luminoso al que llamaréis Luna.
Y la Tierra creó la Luna.
Al comienzo, los hombres se asustaron mucho y permanecieron en sus cuevas sin atreverse a salir, pero, poco a poco, fueron acostumbrándose.Al igual que los hombres, los genios y las brujas también se habían atemorizado al ver aquel objeto luminoso en el cielo pero también se acostumbraron y no tardaron en salir de sus simas y acosar de nuevo a los humanos.
Acudieron una vez más los hombres a la Tierra.
-Amalur -le dijeron- te estamos muy agradecidos porque nos has regalado a la madre Luna pero aún necesitamos algo más poderoso puesto que los genios no dejan de perseguirnos.
-De acuerdo, crearé un ser todavía más luminoso al que llamaréis Sol. El Sol será el dia y la Luna, la noche.
Y la Tierra creó al Sol.
Era tan grande, luminoso y caliente que los hombres tuvieron que ir acostumbrándose poco a poco pero su gozo fue muy grande porque, gracias al calor y a la luz del Sol, crecieron las plantas de vivos colores y los árboles frutales. Y, lo que es aún más importante, los genios y las brujas no pudieron acostumbrarse a la gran claridad del día y desde entonces sólo pudieron salir de noche.Otra vez fueron los hombres a ver a la Tierra.
-Amalur -le dijeron- te estamos muy agradecidos porque nos has regalado la madre Luna y la madre Sol pero necesitamos aún algo más porque aunque durante el día no tenemos problemas, al llegar la noche los genios salen de sus simas y nos acosan.
Nuevamente, la Tierra les dijo:
-Está bien. Voy a ayudaros una vez más. Crearé para vosotros una flor tan hermosa que, al verla, los seres de la noche creerán que es el propio Sol.
Y la Tierra creó la flor Eguzkilore (Flor del Sol) que hasta nuestros días defiende nuestras casas de los malos espíritus, brujos, lamias, genios de la enfermedad, la tempestad y el rayo.»
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